miércoles, 22 de junio de 2011

Finalmente, el Presidente de la asamblea, José Mariano Serrano, con la ayuda de una comisiónredacta “el Acta de Independencia”, poniendo como fecha simbólica el 6 de agosto de 1825, en homenaje a la batalla de Junín.

Por decreto se determina que el nuevo Estado llevará el nombre de Bolivar, en homenaje al Libertador, que al mismo tiempo es declarado Padre de la patria.
Bolivia nace a la vida independiente con los territorios que conformaban la Real Audiencia de Charcas, que en ese entonces comprendía cuatro provincias convertidas en los departamentos: de La Paz, Chuquisaca (con Sucre como capital), Santa Cruz, Cochabamba, Potosí y poco después se crea el departamento de Oruro.
Los enfrentamientos militares y guerrilleros duraron hasta 1816.

Es a partir de Chile que, en 1820, se pone en movimiento una gran batalla militar para liberar el Alto Perú. El ejército de San Martin, después de múltiples batallas,
logra entrar a Lima el 12 de julio de 1821 y proclama la independencia el 28 de Julio de 1821.

El 6 de Agosto de 1824, en la batalla de Junín , Bolivar derrota a Canterac, esta victoria constituye el primer paso hacia  la victoria final de Ayacucho.

El 9 de febrero de 1825, el Mariscal Sucre convoca a las provincias del Alt
o Perú a un congreso, donde se decidiría el destino de la nación, que estaba sujeto a tres posibilidades: pertenecer al Río de la Plata, mantener la adhesión al Perú o exigir la independencia total.

La asamblea deliberante, llevada a cabo en Sucre, el 10 de julio de 1825  determina por unanimidad la independencia total del Alto Perú (Bolivia).
Los primeros sublevamientos tuvieron lugar en 1809 en Chuquisaca y en La Paz.

En 1809, un grupo de revolucionarios de La Paz, bajo el comando de Pedro Domingo Murillo, proclaman, por primera vez, la independencia del Alto Perú.
Un año después, Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, se declara independiente de la corona.

Tropas argentinas se enfrentaron contra los realistas españoles en la batalla de Suipacha el 7 de noviembre de 1810. Un año después, en la Batalla de Guaqui, el general Goyeneche, comandando fuerzas militares realistas, derrotó a las tropas argentinas.
Las medidas represivas de los españoles motivaron múltiples rebeliones, una de ellas fue la de Tupac Catari, que sitió a la ciudad de La Paz durante 109 días. Este movimiento indígena  fue violentamente reprimido y sus líderes fueron ejecutados el 13 de noviembre de 1781.

Las ideas independentistas impulsadas por la revolución francesa (1789), la independencia de los Estados Unidos (1776) y la invasión de España por Napoleón Bonaparte en 1808, se reprodujeron también en los espíritus sudamericanos.
En 1561 se instala en la ciudad de la Plata (actual Sucre) la Real audiencia de Charcas, la autoridad jurídica suprema del Alto Perú. El objetivo era crear un nuevo centro administrativo regional para controlar esa zona, prolífica en plata.

Fue así que el imperialismo español tomó esa parte de América, atraído por las grandes reservas de oro y plata.

Las nuevas ciudades, creadas por los conquistadores, se llenaron de asambleas, de aparatos de justicia, de alcaldías y, por supuesto, de autoridades militares. 
Esta autoridad impuso, por la fuerza y el abuso de poder, su cultura y
religión, explotó al pueblo y se benefició de sus recursos, lo que despertó un sentimiento de odio y rencor hacia el poder español.
 

La invasión de los Incas supuso la imposición de sus leyes, tributos, administración, cultura y lengua a gran parte de los pueblos del territorio actual de Bolivia. 

Este extenso territorio dependió del imperio peruano, cuya capital era Cuzco, el ombligo del mundo.

Durante la conquista española, Francisco Pizarro mandó a su hermano Gonzalo Pizarro a conquistar el Callao y Charcas, Bolivia actual en 1538.